Resulta curioso ver en una sala obras de arte de artistas urbanos que trabajan en los muros de edificios o de los cerros. El pasar del concreto como soporte a la tela, al cartón o la placa implica un gran desafío. La perspectiva, los planos o la tonalidad, en le tela parece solo un fragmento, como parte de un gran mosaico. En el muro al estar enfrentados a la totalidad del espacio, a una perspectiva infinita son que el horizonte les pueda limitar en su imaginación.
Los expositores son un conjunto integrado por dos artistas urbanos denominados «Un Kolor Distinto» que entre otras obras realizó hace poco tiempo un gran mural en el respaldo del edificio Espíritu Santo de Valparaíso y entre otros edificios de la ciudad. Trabajos donde la imaginación en la composición de las grúas y su entorno dominan la totalidad de la superficie.
Se presentan con una veintena de cuadros en la Galería Bahía Utópica del cerro Concepción. Son obras que realizan en forma colectiva lo que implica que en un mismo tiempo hay dos autorías. Lo que significa una gran compenetración en el concepto y por consiguiente en la ejecución de las obras.
Estas van desde unas pequeñas hasta algunas mayores de hasta un metros por lado. El muralismo urbano derivado del graffiti está muy emparentado con la cultura pop. Utiliza el espacio público para expresar sus ideas y no hay que confundirlo con los que rayan y ensucian la ciudad con signas anarquistas y sin contenido. Esta pareja de autores tiene claro su objetivo y concepto está todo vinculado con la pintura naif, el expresionismo, las fantasías y sobre todo con lo onírico.
Curatoría: Carlos Lastarria Hermosilla – El Muro a la Sala.
